sábado, 17 de septiembre de 2011

Llegó el cambio a la política pesquera

Burneo prioriza  la seguridad alimentaria y la pesca artesanal.
El ministro de la Producción, Kurt Burneo, denunció una serie de irregularidades en el subsector pesquería dejadas por el gobierno anterior. Destapó un panorama de multas que no son cobradas, expedientes que se pierden y funcionarios que se han hecho humo. En esta entrevista, a tiempo de anunciar una exhaustiva investigación y acciones correctivas, propone un cambio en la política pesquera.

Carlos Alonso Bedoya
Entrevista

-Próximo a cumplir dos meses como Ministro de la Producción, ¿cuál es su evaluación del sector Pesquería?
-Lo que hemos hecho en estos 45 días de gestión es, en primer lugar, desarrollar los planteamientos de política para el sector Pesquería que van a ser debidamente presentados en los próximos días a la Comisión de Producción del congreso, pero que en líneas generales van a estar mucho más orientados al consumo humano directo, a diferencia de lo que ha venido sucediendo en los últimos años, en los que el énfasis ha estado en el consumo humano indirecto, esto es, la pesca para ser convertida en harina de pescado.
Otro elemento importante de la política del sector pesquero, será tener un cuidado especial del lado más débil del eslabón de la cadena productiva. Estoy hablando de los pescadores artesanales. Es fundamental mirar sus condiciones de trabajo. Son personas informales que no tienen derecho a prestaciones de salud ni mucho menos derecho a pensiones. Se necesita buscar esquemas para mejorar su trabajo.

-¿Por qué el énfasis en el consumo humano directo?
-Porque es funcional a una estrategia de seguridad alimentaria que es una condición fundamental si queremos hablar de inclusión social. El actual consumo per cápita de pescado es de 22.1 kilos por año. Obviamente, es un nivel bastante bajo en comparación con la potencialidad de oferta que tiene nuestro mar en términos de cantidad y variedad de especies.
Vamos a enfatizar el consumo humano directo no solamente ampliando la disposición de oferta de proteínas de bajo costo basado en recursos marinos, sino adicionalmente, ampliando la variedad. Por ejemplo, el Instituto Tecnológico Pesquero ha desarrollado una serie de variedades de presentación de proteínas basados en recursos marinos como los snacks que se hacen de anchoveta, conservas con distinta presentación e inclusive habría la opción de fabricar chocolates de harina de pescado, lo cual es muy novedoso.
Hace tres semanas lanzamos en una zona populosa del Rimac, la campaña Comer Pescado, que busca inducir el consumo y promover la venta a un precio competitivo, por ejemplo, del Jurel, en este caso a dos soles el kilo, frente a un precio de mercado de alrededor de 5 a 6 soles.
Pero la estrategia del sector pesquero no solamente se basa en el tema de seguridad alimentaria e inducción al consumo, también tiene que ver con mejorar los sistemas de control y vigilancia a fin de evitar la depredación del recurso.

-Y sobre ese tema, ¿cómo ha encontrado esos sistemas de control en el Ministerio?
Los sistemas actuales de vigilancia y control han sido bastante laxos. No se ha hecho control de calidad sobre ellos, y de lo que se trata es de mejorar los sistemas de control y vigilancia con mejores herramientas técnicas. Pero, adicionalmente, nada ganamos si por el lado de los funcionarios no hay probidad en su desempeño, y justamente hemos encontrado una serie de indicios que indicarían que hay situaciones reñidas con la legalidad en el control de las embarcaciones y en el cumplimiento de la normatividad.

-¿El sistema de cuotas en la pesca que creó el anterior gobierno tiene relación con estos problemas de control y supervisión?
-El sistema de cuotas ha sido una forma de ordenar la extracción del recurso a fin de evitar su depredación. El punto de por medio es que nada sacamos con tener normatividad si es que ésta no se cumple. Por ejemplo, al establecerse cuotas por embarcaciones, si se captura por encima de la cuota establecida se está infringiendo la normatividad y la embarcación debe ser multada. Pero de nada sirven las multas si no se pagan. Hemos encontrado multas pendientes de cobro por alrededor de 890 millones de soles, monto que equivale casi al 90% de todo el impuesto a la renta que han pagado las empresas pesqueras en el periodo. 

-¿Por qué no pagan? 
-Hay varios factores, uno de ellos tiene que ver con situaciones irregulares que hemos encontrado. Expedientes que se pierden o expedientes que prescriben. Un último hallazgo es el de 58 expedientes que estaban encarpetados en un cajón, guardados, escondidos a fin de que prescriban los plazos para la ejecución de las sanciones. O funcionarios que no han hecho entrega de cargos sino simplemente han huido, han desaparecido. Hemos encontrado el caso de funcionarios que estaban retirando expedientes originales completos.

-¿Se trata de corrupción menuda o de una operación de grandes grupos pesqueros que tienen operadores en el Ministerio?
-Cuando se hacen los desembarcos de la pesca, hay dos empresas que se encargan del trabajo de hacer la vigilancia, que son la SGS y CERPER, pero cuando uno mira los formatos que deben ser llenados por parte de los inspectores, se observan errores en el llenado del formato. Hay embarcaciones de pesca industrial que no pueden capturar recursos para consumo humano directo, pero si lo hicieran tiene que especificarse el tamaño y el tipo de las especies. Al no hacerse eso, el llenado es incompleto y se anula la acción posterior de sanción.
Otro problema es que las embarcaciones tienen una baliza que emite una señal capturada por el satélite. Muchas veces se emponcha esta baliza, se le pone un cobertor para impedir la emisión de la señal. Las embarcaciones en faenas de pesca están obligadas a reportar su posición cada 60 minutos, cuando se incumple esto, deben ser objeto de sanción, pero reclaman diciendo que el satélite se malogró y aquí (en el Ministerio) los antiguos funcionarios decían que efectivamente el satélite se había malogrado. Con eso se bloqueaba el proceso de sanción.
Asimismo, las empresas, para poder seguir operando, requieren renovar sus licencias o permisos de pesca, y para ello no deben tener procesos administrativos pendientes. Entonces, si tenían un proceso pendiente desistían del reclamo de la multa, aceptaban la multa, y se les renovaba el permiso de pesca. Una vez que se le daba el permiso de pesca, anulaban el desistimiento y volvía todo a fojas cero, continuaba el reclamo contra la multa, pero ya con la licencia y funcionando. 

-¿Y qué va a hacer el Ministerio ante tanta irregularidad encontrada?
-La nueva procuradora del Ministerio de la Producción, Flor Tamayo, interpondrá las denuncias penales en la Fiscalía contra los que resulten responsables de estas cosas raras que hemos encontrado. Segundo, vamos a modificar el proceso administrativo sancionador en el Ministerio y el Reglamento de Infracciones y Sanciones. En tercer lugar, vamos a proponer un proyecto de ley a fin de modificar la forma de establecer las medidas cautelares, porque lo que ha venido pasando también es que con solo la presentación de una medida cautelar se suspendía el cobro de la multa.
Es más, a través de medidas cautelares, muchos jueces han otorgado licencias y permisos de pesca.
Estamos ante un conjunto de situaciones que deben de ser debidamente investigadas. Y eso que estamos hablando solamente de la Dirección General de Seguimiento, Control y Vigilancia. La otra dirección importante es la de Extracción que otorga licencias y permisos de pesca. Y dado lo que hemos encontrado, vamos a revisar el otorgamiento de licencias y permisos de pesca en los cinco últimos años.

-Y en todo esto, ¿se han identificando grupos pesqueros beneficiados?
-Estamos mirando casos individuales. Hemos identificado a las 10 principales empresas deudoras de una obligación de 414 millones de soles por multas, de los cuales solamente se han pagado tres millones. Tres millones de 414 millones. Ahora este Ministerio sí va a cobrar las multas. Este Ministerio va a cambiar la normatividad de tal manera que existan penalidades.
Un detalle interesante es que el medio ambiente nos preocupa a todos. Sin embargo, no existe normatividad en relación a los parámetros límite o máximos de contaminación para el caso de las empresas conserveras. Lo que sí existe para las harineras y no existe para las conserveras.
Estuvimos en el Puerto de Paita y nos reunimos con pescadores artesanales de la zona. Lo que hemos visto es una criminal actitud de contaminación de la Bahía de Paita. El punto es que esa contaminación es impune. En el caso de las conserveras, si no hay parámetros máximos de los niveles de contaminación, sobre qué se va a sancionar. Nos preguntamos qué pasó en la administración pasada en estos temas que son por demás evidentes. Y cuidado que la contaminación en la zona de Paita hace que los pescadores artesanales que operan en las 5 millas náuticas, empiecen a tener problemas de captura porque cuando se contamina el agua ya no hay pesca. Por eso, exponiendo sus vidas tienen que irse mar adentro -estamos hablando de pequeñas lanchas- tratando de buscar especies que no las tienen en las cinco millas por el tema de la contaminación.

-Esta gestión es más cercana de la pesca artesanal y de la seguridad alimentaria que de la Sociedad Nacional de Pesquería y los grandes grupos pesqueros…
-Es fundamental la inversión del sector empresarial. Inversión privada sí, pero con respeto a la normatividad. Inversión privada sí, pero con respeto a la preservación de los equilibrios ecológicos. Inversión privada sí, pero sin depredación del mar. Inversión privada sí, pero sin corrupción, porque para que haya corruptos tiene que haber corruptores y este es un tema donde seguramente la Sociedad Nacional de Pesquería va a estar de acuerdo con el hecho de sancionar este tipo de ilícitos.
No puede ser posible que por un lado estemos hablando de que continúe el crecimiento económico, que es necesario dar muestra de decencia y de probidad, y hacernos de la vista gorda frente a flagrantes situaciones en las cuales 890 millones de soles en multas no se cobran. Entonces, la pregunta es cuál es el efecto disuasivo de las multas, si estas no se cobran y si hay situaciones de impunidad.
Hay un compromiso fundamental del presidente Ollanta Humala con la lucha contra la corrupción. Entonces, continuaremos con los procesos indagatorios respecto al sector pesquería y al sector MYPE industria. En breve habrá más noticias sobre lo que venimos haciendo. 

-¿Esta nueva orientación en el sector pesquería obedece a una respuesta a la crisis global?
-Por supuesto, porque lo que estamos viendo con la crisis global es una volatilidad de los mercados, y uno de los mercados más volátiles es el mercado de materias primas. La volatilidad se produce en mercados de commodities como trigo y soja, entonces lo que deberíamos de considerar como una suerte de plan de contingencia es reforzar nuestra seguridad alimentaria, y en eso el tema de una mayor ingesta de proteínas basadas en recursos hidrobiológicos es central, porque es un recurso que tenemos en abundancia.
El tema central es hacer que ese recurso llegue a un precio competitivo a las mesas de las familias peruanas. Un atractivo siempre ha sido el precio que tiene la tonelada de harina de pescado. A 1600 dólares la tonelada, la tentación es grande para utilizar pescado, que debería ser dirigido al consumo humano directo, para la quema y convertirlo en harina. El pescador artesanal se ve inducido a vender su pesca a la planta harinera, porque el precio que le pagan es superior al que podría obtener si ese pescado lo destinase para el consumo directo. El sesgo de la política hacia el consumo humano directo pasa definitivamente por mirar canales de comercialización que permitan una mayor disponibilidad del producto hidrobiológico, pero con un precio competitivo que es la manera para llegar a la mesa de los ciudadanos de a pie.

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